
Regresábamos al pabellón donde a finales de la pasada temporada ganábamos la final de la copa Vizcaya. Misma cancha, mismos rivales.
Pero este era otro partido, otra liga y otra temporada y sin bajarse del autobús como se suele decir, no se ganan los partidos.
Nada que objetar a la victoria de nuestro rival. Fueron mejores, no hicimos prácticamente nada destacable en el campo. Nos superaron en ganas, en correr y en juego. No fuimos nosotros ni ese equipo del que se espera grandes cosas y para cuando quisimos apretar el resultado era muy desfavorable y el tiempo se había agotado.
A seguir trabajando para mejorar y demostrar en el campo lo que realmente puede dar de si este plantel.
Gol:
0 – 1 Oier Ferrer